domingo, 31 de mayo de 2009

Raul Fernandez.

Raúl Fernández de Pablo nació en Madrid, el 10 de enero de 1975. Entre 1993 y 1995 inició sus primeros pasos en el teatro con obras como Aspirinas para dos (Teatro Mahadonda), Vamos a contar mentiras (Zalanbdedra Teatro) o La cantante Calvo (1995). En 1998 estrenó una única función de Hamlet para la Real Escuela de Arte Dramático en la que se licencia. En 1999 para el Teatro de la Cámara (en la que cursó primero y segundo de Arte Teatral) intervino en El maestro de danzar, la comedia de Lope de Vega que se burlaba del amor cortés, y Pasos y entremeses. Ese mismo año incurre en el mundo del cortometraje con La caja oscura (Juan Aguirre).

Inició la década siguiente con dos montajes de nuevo para la RESAD. El primero, Esta noche se improvisa dirigido por Jesús Salgado, era una adaptación de Luigi Pirandello que giraba sobre una compañía de cómicos dirigida por un hombre que obliga a los demás actores a improvisar tomando de base la novela de Pirandello Leonora, Addio. Paralelamente participa en el corto La dolorosa (Oscar Miranda) y realiza la primera de sus tres apariciones en El Comisario. El otro se titulaba El balcón, estrenado en 2001; año en el que obtiene su primer papel para un largometraje (Volkahgrost), interviene en Al salir de clase, y ejecuta su segundo papel en la serie El Comisario, esta vez un estudiante "porrero" al que la policía interroga por la explosión de una bomba en un instituto. Para el Teatro Galileo trabajó, antes de finalizar el año, en Roberto Zucco, producido por Teatro Del Duende y dirigido por Jesús Salgado; obra basada en un hecho real acaecido en Italia; y que concernía a un joven que asesinó a sus padres y durante su fuga mantiene una relación con una menor.

En 2002 volvió a apostar por un teatro de corte social al estrenar con Teatro Del Duende Vivir como cerdos, dirigido por Jesús Salgado, según un texto de John Arden en torno a una familia de marginados instalados en una vivienda de protección oficial y que provocará problemas de convivencia con una sociedad xenófoba. Marta Belaústegui, Antonio Canal y Amparo Valle fueron algunos de sus compañeros de reparto. Completó el año con un papel de reparto para la serie Veintitantos.

En 2003 participó en dos montajes: La agencia (Teatro Montacargas) y Descomplicaciones, bajo la dirección de Raúl de Tomás, y que versaba en torno al intercambio de parejas entre Alain y Yendro. Para la televisión rodó un capítulo de Cuéntame cómo pasó -en el que interpretaba a un soldado joven que ayudaba en la enfermería, y más concretamente a Toni (Pablo Rivero), a quien le practicaban la circuncisión- y su última aparición para El Comisario.

En 2004 el actor trabajócon Teatro del Duende en "Cervantes entre palos" (una adaptación musical en torno a obras de Miguel de Cervantes) bajo la dirección de Jesús Salgado y Bendita locura, en la que interpreta a un joven condenado a muerte por el asesinato de su mujer y que recita un monólogo con sus reflexiones. Ese año protagonizó el cortometraje de David Illaín En el frigo e inició su colaboración con el director teatral Juan Pastor (futuro fundador de Guindalera) y que lo relaciona durante varios años a intérpretes como María Pastor, Ana Alonso, Álex Tormo, Josep Albert, Ana Miranda, Andrés Rus, Felipe Andrés.... Bajo su tutela estrenan El sueño de una noche de verano, adaptación de la obra de William Shakespeare en torno a la liberación de ciertos sentimientos reprimidos a través de la magia; y La larga jornada de navidad, basado en el texto de Thornton Wilder, que articula su discurso a través del retrato de tres generaciones de una familia que evoca a sus miembros ya desaparecidos durante el día de nochebuena. En la función interpretaba a Tino, un hombre trabajador, que envía a un hijo suyo (Samuel) a una muerte segura en la contienda mundial, mientras que provocaba el abandono del hogar de otro (Roberto: Andrés Rus) con el que no se llegaba a reconciliar antes de fallecer.

En televisión, Raúl Fernández obtuvo su primer personaje fijo -gracias al director de casting Luis San Narciso- en Los 80, en la que se puso en la piel de Franky, un músico amigo de Enrique (Félix Gómez), el hijo de un matrimonio de clase media. La serie se retiró tras la emisión de sus primeros capítulos.

En 2005 la compañía de Guindalera estrenó su segundo montaje en su sala propia, situada en la calle madrileña Martínez Izquierdo. En esa ocasión Juan Pastor apostó por el texto de Cervantes Laberinto de amor, asignando a Raúl Fernández el papel de Manfredo, un hombre -en palabaras de Pastor- que "persigue lo imposible"-. En otoño sustituyeron al autor de El Quijote por Antón Chéjov, en concreto La gaviota. El actor asumió el rol de Kostia Trepliov, un joven escritor hijo de la actriz Irena Arkadina, cuyo corazón se deshace cuando su amada se casa con otro hombre hasta el punto de provocar su suicidio. El montaje supuso una candidatura de la Unión de Actores a su compañero de reparto Álex Tormo; hecho que ayudó a consolidar a la compañía.

Mientras su carrera teatral prosigue, Raúl Fernández siguió interviniendo en películas (Semén, una historia de amor), cortometrajes y series. Entre los primeros destacó El regalo, que marcó su reencuentro profesional con Raúl de Tomás, y en la que interpreta a un hombre que hace un presente a la mujer de la que está enamorado (Puri: María Pujalte). Entre los segundos figura una aparición esporádica en la serie Al filo de la ley y su segundo papel fijo, en esta ocasión en Fuera de control. En ella encarnó a Antón, un joven inocente e indeciso, que consigue el puesto de cámara de telediario y que se ve atraído por una compañera de trabajo (Cris: Marta Ribera), que vive una aventura con otro miembro de la redacción (Rusti: Pablo Chiapella). Gracias a la serie, se produjo una asociación entre el rostro del actor y una imagen de una juventud indecisa e inestable, de la que ya había mostrado su lado más peligroso (Bendita locura) y el más candorosa en el último trabajo.

En 2006 Guindalera estrenó en otoño Odio a Hamlet, adaptación de la pieza de Paul Rudnick. En ella el actor defendió el papel de Andrew, un mediocre actor de televisión que decidió ponerse al frente en un teatro con Hamlet por consejo del fantasma de John Barrymore (Josep Albert), quien le insta a defender su dignidad frente a su dejadez previa aunque fuese en una mediocre representación en Central Park.

A este trabajo le siguió Traición, adaptación de Harold Pinter que supone un lamento generacional en torno a la pérdida de ideales y la destrucción de los vínculos de confianza entre los seres queridos por culpa del engaño y la traición; y que deben vivir bajo el peso de un pasado que ya se quedó atrás. Ambientada con canciones de los años setenta (que incluyen temas de George Harrison y Queen), Traición es una pieza articulada en torno a un largo flash back que deconstruye la experiencia vital de Jerry (el personaje del actor), Emma (María Pastor) y Robert (Álex Tormo). El actor compaginaba las representaciones con la grabación de El internado, una serie protagonizada por Luis Merlo y Amparo Baró, en la que interpretaba a un cocinero que contaba con un misterioso pasado, y que planeaba robar unas obras de arte dentro de un colegio para estudiantes internos y que todavía sigue protagonizando. En 2008 estrena con La Guindalera Molly Sweeney un drama acerca de una mujer ciega, Molly, que se casa con Frank, papel interpretado por el actor, un tipo vivaracho, estrambótico y feliz que contagiará su ilusión a Molly al tiempo que le apoyará para operarse e intentar volver a ver con trágicas consecuencias. También rueda un pequeño papel en la ópera prima de Oskar Santos , el mal ajeno, protagonizada por Belén Rueda, pendiente de estreno.

El 19 de marzo de 2009 estrena uno de los personajes (Venguerovich 2) de la obra Platonov, a las órdenes de Gerardo Vera que tiene a Carmen Machí entre sus protagonistas, en el Centro Dramático Nacional, Teatro María Guerrero. En el verano del 2010 se irán de gira a Rusia. Platonov es una obra sobre la caída de un hombre y sobre la extinción de un mundo. Pieza primeriza y ya magistral, Chéjov descubre en ella personajes, espacios, atmósferas y tensiones que dominarán sus obras de madurez. Pero Platonov está atravesada por una línea de fiebre, de locura, de vértigo, que le da un carácter singular frente al posterior teatro chejoviano. La fiebre de un hombre que viaja hacia el abismo y que arrastra con él a cuantos se cruzan en su camino.

Nominado en abril de 2009 al premio Ninfa de Oro como mejor actor dramático en la 49 edición del Festival de televisión de Montecarlo por El internado. Premiado como "mejor actor pasional" por su participación en la obra Platonov en la 1ª edición de los premios Nacionales de Teatro convocada por la Fundación Jacob Fitzgeral

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